La felicidad es tumbarse boca arriba y ver pasar las nubes.
Es un estado emocional.
Es la sensación de bienestar y realización que experimentamos cuando alcanzamos nuestras metas.
Un estado subjetivo.
La sensación de autorrealización y plenitud. Un conjunto de emociones positivas: como el éxtasis, la comodidad, la concentración y la satisfacción del cumplimiento de nuestras metas y objetivos.
Si además tenemos actividades creativas, estaremos aportando factores favorables para qué la felicidad se convierta en un estado profundo de nuestra manera de vivir .
El sentido más verdadero de felicidad se experimenta con la “vida significativa”, alcanzada si uno ejercita sus fuerzas y virtudes en un propósito mayor que las metas inmediatas.
Cada cual posee el secreto de su propia felicidad. Pero para eso hay que conocerse bien a uno mismo, y saber qué se quiere.
La felicidad se produce cuando coincide lo qué queremos ser con “nuestra vida efectiva”, eso qué somos en realidad.
“No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino.”